Por Alan Zamora.
A raíz del polémico fichaje de Carlos Figueroa a Comunicaciones las redes sociales han sido invadidas por un montón de comentarios negativos sobre todo hacia el jugador nacional, pero no tanto por su mal momento futbolístico, sino por su pasado rojo.
A la mayoria de la afición chapina se les está olvidando que el jugador de futbol trabaja como futbolista, se les olvida que al futbolista y su familia el futbol les da de comer, así como cualquier persona se gana la vida trabajando en cualquier cosa, ellos se lo ganan entrenando todos los días y jugando cada fin de semana.
Si a cualquier persona desempleada una empresa solida le ofrece trabajo y estabilidad económica no lo pensaría dos veces para firmar su contrato. Lo mismo pasa con Figueroa, él tiene la necesidad de seguir jugando, tiene la necesidad de otro reto y defender la camisola de Comunicaciones porque ése es su trabajo.
Ahora bien, esta claro que Figueroa no pasa por su mejor momento futbolístico, esta claro que la directiva de Comunicaciones teniendo otros jugadores de mejor o igual nivel no tenian la necesidad de contratarlo, también esta claro que Comunicaciones navega con la bandera del buen trabajo de sus divisiones menores y hay muchos jóvenes que en los últimos años han salido de ahí y buscan una oportunidad para ser vistos. Si hay que buscar “culpables” en esta polémica contratación en tal caso deberia de ser la directiva Crema o el DT, y no el jugador, él no tiene la culpa que le hayan abierto las puertas, no teniendo trabajo y siendo una buena oportunidad para él y su familia, hubiese sido hasta tonto no aceptar.
Pero lo que no se puede aceptar es juzgar a un jugador por su pasado, el tema de si paso por tal equipo, que desde niño le iba a otros colores y todo ese tipo de cosas deberían de ser lo último a discutir, no es primera vez que en el mundo ni en Guatemala pasa algo así, jugadores como “Memin” Funes, Everaldo Valencia, los hermanos Rodas, Eduardo Acevedo, Claudio Ariel Rojas, Edgar Estrada, Gustavo Cabrera, Fredy Thompson, entre muchos otros, han estado en los dos equipos mas importantes del país y lo han hecho porque es su trabajo y porque han tenido oportunidad de mejorar ya sea en lo económico como en lo futbolístico o incluso en unos casos hasta en mejores oportunidades para emigrar al extranjero. Lo principal es discutir lo futbolístico y juzgarlo una vez haya puesto un pie en la cancha, además nos olvidamos de que en el futbol siempre hay revanchas, siempre hay otro partido, quien quita y a Figueroa le va bien y tapa un montón de bocas, a un futbolista y a un equipo no se les puede dar nunca por muertos. Figueroa tiene una linda oportunidad de regresar a su nivel, de entregarse a la causa blanca y demostrar que es un jugador para Comunicaciones, puede que fracase o no, pero mínimo hay que verlo.
La identidad de un futbolista por un color termina cuando otro color le ofrece mejores condiciones, la identidad es para los aficionados y no para los futbolistas. Claro que en esto hay excpeciones, para no ir muy lejos Juan Carlos Plata vistió toda su vida la camiseta de Municipal y como él tanto en Guatemala como en el mundo hay casos muy parecidos, pero también hay que ser honestos y no podemos comparar o decir que Figueroa es uno de ellos.
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